jueves, 7 de junio de 2012

DISFUNCIÓN ERÉCTIL O IMPOTENCIA



Es frecuente que, tras una experiencia de dificultad con la erección (que a la mayoría de los hombres le ocurre alguna vez), aparezca un miedo o ansiedad asociada a la erección. A veces los hombres lo viven como "no dar la talla". Esa misma ansiedad que se siente, hace que efectivamente aparezca el trastorno. La ansiedad y estrés son incompatibles con la erección, ya que ésta necesita relajación. Cuando está el hombre solo, no tiene la presión de "demostrar" nada y se encuentra tranquilo, por lo que no aparece el problema.
No obstante, siempre es conveniente acudir a una revisión con un urólogo para confirmar que no hay razones de tipo médico que justifiquen el problema.
Hablar con la pareja y explicarle  que siente esa angustia cuando piensa que puede volver a ocurrirle lo mismo, es muy importante para que desaparezca cierta carga de ansiedad. Propónganse tener relaciones sexuales sin penetración, centrándose en las caricias mutuas, besos, sexo oral, juguetes eróticos si les apetece… y sólo en disfrutar y hacer disfrutar a la pareja. El sexo es una forma de comunicación, que va más allá del orgasmo y la penetración.
 Sólo si se encuentran con ganas y tranquilo, pueden intentar la penetración, pero de antemano, pacten que ésta no va a producirse. El no estar sometido a la presión de la penetración, hará que le preocupe menos su disfunción y estará mucho más relajado.
 No consumir alcohol o excitantes, también puede servirle de ayuda.
También sirve ayuda la práctica de los ejercicios de Kegel, pero previamente es recomendable haber visitado al urólogo para asegurarse de que no hay ninguna patología.
Por último, si el problema persiste, lo mejor es acudir juntos a un terapeuta sexual. El problema no es sólo del hombre,  sino de la pareja. Ambos intervienen en la relación y el terapeuta les enseñará a ambos las técnicas adecuadas para superar el problema.
 Se trata de un problema con solución en la inmensa mayoría de los casos y puede abordarse desde diferentes perspectivas (médica, farmacológica y psicológica)

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