La eyaculación precoz es
un trastorno que puede ser primario (si le ha ocurrido siempre) o secundario
(si le lleva ocurriendo un tiempo o en algunas ocasiones). Suele ir asociado
(si no hay patologías) a un problema de ansiedad y de autocontrol. Normalmente
la excitación que se produce es tan intensa que el hombre tiene problemas para
controlarla y eyacula antes de lo que desearía. Como primera medida, siempre es
conveniente acudir a una revisión con el urólogo para descartar patologías de
tipo médico.
Si tiene pareja
estable, lo mejor es que le comente su inquietud por este problema y que le
proponga disfrutar de una relación sexual sin penetración. Deberán dedicarse a
las caricias mutuas, besos, hacer disfrutar a su pareja y disfrutar ud mismo y
evitar que su pareja le acaricie el pene y la penetración. La relación sexual
es una forma de comunicación y lo más importante es concentrarse en las
sensaciones, olvidándose momentáneamente de la excitación y el orgasmo.
Si no tiene pareja
estable y no quiere comentarle a su pareja su problema, no importa. Dedíquese
igualmente a proporcionar placer a su pareja evitando la penetración.
La misma ansiedad
que se produce ante el sexo por miedo a la eyaculación precoz, hace que se
produzca con más intensidad.
Puede practicar
ejercicios de Kegel para controlar la eyaculación precoz. Aparecen en internet
sin problemas.
Otras técnicas serían:
-Masturbarse 1 ó 2 horas antes de la relación
sexual. Esto es menos recomendable en personas de más edad.
-Ponerse varios preservativos para disminuir
la sensibilidad en el pene.
-No dejar que la pareja le estimule
sexualmente o utilizando la técnica de
compresión del glande: la pareja comienza despacio la estimulación del hombre,
o éste inicia la masturbación, deteniéndose cuando sienta que la eyaculación
está próxima, y apretando firmemente el pene, justo detrás del glande. Después
de una pausa y de que el hombre note que
la eyaculación no es inminente, se reinicia la estimulación, deteniéndose de
nuevo al sentirla próxima. La maniobra se repite unas tres veces, y a la cuarta
se eyacula.
Por otro lado, si ve que
pasado un tiempo no mejora, lo mejor es acudir junto con su pareja (si es
habitual) a un sexólogo (si no tiene pareja habitual, acuda solo) para que
analice más exhaustivamente el caso y les recomiende los ejercicios que considere
más convenientes. En cualquier caso, no se preocupe. Es un problema con
solución.
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